Reseña

El libro “PERFILES DE LA GUERRA EN EL SALVADOR”, fue publicado a finales del año 2007, fue escrito con el propósito de evitar la tergiversación de la verdadera historia, sustentando y describiendo lo real y objetivo de lo pasado en la oscura y tenebrosa etapa de la guerra que envolvió a nuestra nación durante la década de 1970-80 hasta llegar a la firma de los Acuerdos de Paz, el 16 de enero del año 1992, suceso que marcó el fin del conflicto armado estableciendo un hito histórico en nuestra nación, con la consecuente desmovilización del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN),
Ello abrió la esperanza de transitar de un estado de Guerra hacia un estado de paz, de un situación de horror hacia una de paz y armonía en la sociedad; pero fue solo una ilusión momentánea, pues la violencia, el temor, la incertidumbre, el desprecio y el deseo de venganza aún persisten en los corazones de muchos dirigentes y falsos líderes. Ante la imposibilidad de un triunfo insurreccional armado, la insurgencia guerrillera, bajo la cobertura de las Naciones Unidas como mediador y árbitro, tuvo que convencerse y entregar las armas para convertirse en partido político, con muchas ventajas para competir dentro del campo democrático.
La Primera Edición del mencionado libro está agotada, pero ante la creciente demanda del mismo estoy actualmente trabajando en la publicación de una segunda edición con alguna corrección y adiciones no sustantivas. El licenciado Roberto López-Geissmann -autor de la presente obra -es graduado en Ciencias Políticas, fue catedrático de varias universidades, novelista, periodista, redactor y columnista de El Diario de Hoy por varias décadas, premio Nacional de periodismo otorgado por la CASALCO, fue Jefe de misión Diplomática en la República de Nicaragua y varias experiencias más en el Estado y la empresa privada, algunas relacionadas con distintos tipos de Seguridad. Con su experiencia y capacidad profesional, motivado por esos impulsos espontáneos inexplicables que nacen del mundo interior, como escritor y observador de la realidad nacional, se ha tomado la tarea de analizar con mucho interés y acuciosidad, mi libro “Perfiles de la Guerra en El Salvador”, Siendo una de las pocas personas interesadas en analizar a profundidad el fenómeno de la violencia en El Salvador.
Tal como lo afirma en sus comentarios, “la lucha por el poder nos llevó a estadios de barbarie irracional y salvajismo primitivo”, el estado de Guerra interior que vivimos arrasó con muchos de los elementos civilizatorios que habíamos logrado desarrollar después de nuestra independencia, desarrollándonos como nación autónoma. La Revolución marxista-leninista que aquí se nos quiso imponer por la fuerza de las armas a partir de 1970, nos hizo retroceder 30 años en el proceso de desarrollo y crecimiento en general de nuestra república. La locura de la Guerra, con toda su secuela de destrucción física y moral sacudió nuestras simientes fundacionales a tal grado que ya no tenemos conciencia de lo que somos, nuestra identidad está en peligro, no estamos seguros de lo que queremos como forma de gobierno ideal para nuestra nación; Comunismo y Democracia son dos conceptos difusos e incomprensibles de tal forma que la masa votante prefiere ejercer el voto esperando que “venga lo que venga será mejor que el pasado vivido”.
Yo tengo que reconocer y felicitar al escritor Roberto López Geissmann, por la profundidad de los conceptos expresados en sus comentarios sobre mi libro Perfiles, ha logrado desentrañar muchas estrategias y modalidades de lucha que los enemigos de la patria trataron de desarrollar e implementar en nuestra querida Patria en su intento de establecer la Dictadura del Proletariado. Asimismo emito opiniones muy favorables por sus acertadas apreciaciones y comentarios en cuanto a los capítulos subsiguientes relativos a la Estrategia desarrollada por el Gobierno de la República, para contrarrestar la agresión marxista y también por los conceptos vertidos en cuanto al proceso de Los Acuerdos de Paz, los que comparto plenamente. Que las amargas experiencias de la guerra sirvan para sacar reflexiones, conclusiones y decisiones para no repetir los errores.