Una mujer cuelga del calendario
Reseña
Una mujer cuelga del calendario
En Una mujer cuelga del calendario, Kenny Rodríguez logra, con un lenguaje desnudo, descarnado, directo y propenso al detalle, rescatar del anonimato y de la invisibilización a las víctimas de los feminicidios, producto de la violencia social que azota a El Salvador. La ironía por momentos se hace presente para recordarnos que “nacimos en El Salvador del Mundo” y, sin embargo, no hay salvación, tan solo muerte, violencia intrafamiliar, incesto, rapiña, indiferencia, hipocresía. Es en el espacio textual en el que la voz poética da forma a un discurso que cuestiona la institucionalización de un “lenguaje de la violencia” propagado, en términos de Althusser, por los “aparatos ideológicos del Estado”, tal como señala la voz poética: “impunidad iglesia / impunidad estado / impunidad familia”. Dicho lenguaje silencia, somete, revictimiza y borra tanto al sujeto femenino como a esas subjetividades alternas que rompen con los parámetros establecidos por una sociedad heteronormativa, conservadora, cómplice y excluyente. Asimismo, Rodríguez nos advierte poema a poema que ese “sujeto femenino”, mujer genérica, es la hermana, la madre, la hija, la amiga, es todas las mujeres salvadoreñas, es incluso ella misma.