El cristiano imperio Bizantino
sucesor del imperio romano de oriente
RESUMEN
La publicación contiene el estudio del Imperio Bizantino que se desarrolló en base a dos principios: (i) ser la continuidad del Gran Imperio Romano y (ii) ser un Imperio Cristiano. Se detalla las pautas organizativas del Imperio Romano y la formación de las dos principales fuerzas (los Azules y los Verdes) que eran similares a los Optimates y los Populates de la República Romana.
La vida del Imperio Bizantino (de casi 1100 años) estuvo inmersa en una continua situación bélica determinada por cuatro factores: (i) las guerras de expansión territorial y defensa de los territorios conquistados contra los musulmanes Abasidas y Seylúcidas, los búlgaros, los rusos de Kiev, los Caballeris Cruzados del Sacro Imperio Romano Germánico y del Papado de Roma; (ii) la incapacidad para gobernar de los emperadores que generó conspiraciones, violencia y venganza. Los emperadores derrotados -por sus padres, hijos, hermanos o conspiradores-, solían ser asesinados o mutilados (preferentemente cegados) y exiliados; (iii) Las guerras religiosas ocurridas en dos ámbitos (interno y externo). En el ámbito interno los conflictos religiosos dividieron la sociedad bizantina en varios grupos: Iconoclastas e Iconódulos, y los seguidores de distintas corrientes cristianas que presentaban alternativas a la cristología oficial (arrianismo, difisismo y monofisismo). En el ámbito externo se sucedieron conflictos con la Iglesia Católica de Roma, que dio origen a la separación de las dos grandes iglesias cristianas (la Católica del Papa de Roma y la Ortodoxa del Patriarca de Constantinopla: gran cisma de oriente de 1054), y (iv) como consecuencia de las luchas religiosas, el Imperio Cristiano de Bizancio llegó a su fin (1453) cuando fue derrotado por los Musulmanes Otomanos de Mehmet “II”.