Reseña

El funcionamiento de la sociedad es complejo, éste se organiza a través de sistemas y subsistemas que se encuentran dentro de las estructuras sociales, cada uno de los grupos que existen dentro de la sociedad, se adecuan y realizan funciones específicas para lograr objetivos comunes, la naturaleza misma del hombre es la de ser sociable; por su parte el Estado un ente creado por la organización social, el cual se encuentra en la cúspide de la civilización y cualquier forma de organización existente, se encarga de generalizar políticas, crear organizaciones, instituciones, y normas que regulen las actividades de los ciudadanos que forman parte de su estructura social.
Pero las normas jurídicas creadas por el aparataje estatal, no son las únicas, ni las suficientes para llevar a flote una convivencia pacífica dentro una sociedad, por ello la cultura, hábitos, usos, pautas y normas sociales, que sirven como convencionalismos sociales que complementan e inclusive han sido parte esencial de los cambios sociales dando lugar a la creación de normas de carácter jurídico, estos convencionalismos sociales, o formas de control social son de vital importancia, ya que la conducta humana es impredecible, pero sociológicamente hablando las acciones de las personas tienen una influencia directa a los grupos sociales a los que permanezcan.
Si bien es cierto las normas sociales, morales, religiosas y jurídicas, versan sobre directrices implantadas por la sociedad, esta varia debido la cultura local, rasgos identitarios y etnográficos, lo que podría ser aceptable dentro de un municipio podría ser reprochable para otro, lo que sí tienen en común todas y es una de las características principales de las normas de cualquier tipo, son las consecuencias que esta acarrea, que puede ser desde reproche, exclusión, penitencia, sanción, pena, entre otras, en ocasiones la aplicación de las normas sociales pueden diferir de las normas jurídicas, y este es un aspecto se le debe de dar relevancia puesto que la interacción que pueda surgir en la sociedad por un hecho que tenga connotación jurídica, tiene una implicación social.