Ordenando pensamientos
(reflexiones)
Si se trata de sacar conclusiones diremos, para que dos partes se vuelvan complemento, es importante hablar el mismo idioma, entendiendo las
señales. Claro, las batallas comunicacionales son fuertes si esto no es parte de un hábito. Creo que después de leer “ORDENANDO
PENSAMIENTOS”-REFLEXIONES podemos afirmar todo tiene un grado de dificultad para su comprensión, haciéndose necesario tomar decisiones
y para eso no existe una fórmula debiendo hechar mano de criterios personales cuya base está en las experiencias vividas por cada uno de nosotros. No será nada raro después de leído este trabajo, sentir un despertar en nuestras sensibilidades antes adormecidas, que nos llevaron a ser imprudentes con nosotros mismos, buscando soluciones que al final se convirtieron en un dolor de cabeza, llevándose
de encuentro la tranquilidad familiar. Talvez sin el toque de experiencia del autor cumplir el objetivo no hubiese sido posible, pasar por filtros a
veces crueles, todo eso abona el buen producto porque no se puede hablar de una "Aridez interior" sin conocer esos procesos que nos han llevado a desnaturalizar el ser, después de leer esta parte, es imposible no llegar al otro lado con un brillo nuevo respecto a lo que somos. Espiritualmente también resultamos renovados pues sin inducir a nadie a una corriente religiosa, los apoyos Bíblicos se encargan de demostrar que el Verbo en su mejor estado, nos lleva a la acción comunicativa sin ese palabrerío incómodo de leguleyos que nunca aprendieron a usar la síntesis para una comunicación eficaz. El llamado a la educación, al conocimiento de sí mismo es constante en toda la obra, como una
manera de humanizar al hombre abriendo una brecha hacia la libertad verdadera. Parece increíble, pero después de leer “ORDENANDO
PENSAMIENTOS”-PREFLEXIONES se puede comenzar a ser feliz sin importar que tanto tenemos o nos hace falta, tampoco inquieta cuánto
tiempo viviremos o si moriremos hoy, reconociendo en todo los ciclos establecidos por un ser superior e inmutable, que nos da el espacio
justo para reconocer la raíz de todos los males y los espejismos a los cuales se está expuesto en el devenir de la existencia. Usted saque sus propias conclusiones, vea su propia cinta cinematográfica y se dará cuenta que acciones como el odio y la ira son detalles personales, que
representan un autoflagelo al espíritu cargando con ellos.
"La decisión es nuestra"