Estro
Nombrar poesía es nombrar un poco de silencio, polvo pillando la sombra de los muebles que pertenecen a asilos y que se dejan afuera en días a pleno sol. Poesía y vida: cómo se han vilipendiado y amado. La diacronía y la sincronía dan fe a través del más variado e ilimitado espectro poético.
«Estro» en Manuel Barrera Ibarra como un juego de audacia para encontrar en los reveses más insospechados la poesía, gran señora suntuosa y desenmañada, para romperle los fastos a la ceremonia y quemar los altares de máscaras engoladas. Estro del verbo enfurecido. Estro como flor y destrucción: acto lúdico para provocar la hilaridad de la muerte.