Antípodas del espejo
Antípodas del espejo es un libro de poesía escrito en verso libre y prosa
poética, constituido por un prólogo del escritor de José Siles (Universidad de Alicante, España); y ciento cincuenta y cuatro poemas, distribuidos en ciento ochenta y dos páginas, editado bajo el sello editorial Teseo Ediciones e impresión a cargo de Imprenta y offset Ricaldone, en la ciudad de Santa Tecla, la Libertad, El Salvador, junio de 2021. La pintura de la carátula es de Franz Kline. En Antípodas del Espejo se muestra una amplia y variada estela de descarnadas reflexiones, falsas certidumbres, paraísos impostados y evidencias de la contradictoria naturaleza del ser humano; un animal, a fin de cuentas, que es potencialmente asesino, víctima y cualquier otra condición que se pueda asumir en el complejo espejo de la existencia. En esta misma línea reflexiva y autocrítica, Zurita retrata nuestra especie obteniendo una fotografía en la que predominan los claroscuros: “somos una raza de asesinos condenados a construir el paraíso” y, de paso, asigna a la poesía una función de catarsis que, empero, no llega a salvífica (Zurita, 2019). Desde esa perspectiva de desesperanza abierta a la concienciación de una realidad alejada de lo paradisiaco, Cruchaga llega a afirmar en “Detrás de esta Puerta “: “El Paraíso es irrespirable en la finitud de lo extraño. Las palabras nos escinden con sus ilimitados relativos. Acaso porque nuestro cuerpo sólo juega al desvarío y, a ese idioma de inequidades donde sólo tiene cabida la perenne herradura del páramo” (Cruchaga, 2021, 51). También en “Circo” el poeta salvadoreño desvela la certidumbre de lo inseguro como privilegio constante e insidioso de una existencia perturbada que jamás encontrará un rumbo definitivo. Hemos afirmado que, entre otros enfoques y recursos, Cruchaga adopta ANTÍPODAS DEL ESPEJO, la perspectiva sinestésica asociándola con la metáfora para deslindar el mundo perceptivo de los límites que organizan el universo de lo aparente y superarlo atravesando la epidermis del fenómeno percibido. En ese aspecto la poesía y la prosa poética de Cruchaga adquiere una visión fractal de la realidad (Martínez Simón, 2018) que incluso transforma su poesía en una herramienta extremadamente útil para
captar las esencias del mundo cuántico (Durán, 2017)
La sinestesia como recurso poético hunde sus raíces en la Biblia y en la
poesía clásica se encuentran antecedentes de este enfoque poético: Cantar de los Cantares (oleum efusum nomen tuum), Homero (voces color lirio), Platón (oscuro oír), Virgilio, los barrocos españoles, el simbolismo francés decimonónico los románticos ingleses y alemanes, los modernistas, especialmente Rubén Darío y Juan Ramón (Schrader, 1975; Ynduráin, 1969; Cordoba, et al, 2012). Pero la amplitud del enfoque sinestésico desborda los límites de los ismos y las generaciones. Así podemos ver como Vicente Alexandre, representante de la generación del 27, integra en su universo poético la visión “fundidora” de los sentidos tanto a través de la mística de San Juan de la Cruz y Fray Luis de León como en los románticos decimonónicos ingleses.
Desde luego, Cruchaga puede llegar a provocar cierto vértigo en los
lectores desprevenidos que llegan a la lectura de sus poemarios, de su prosa poética, de sus reflexiones tan fulminantes y flamantes como el rayo azul que pulveriza la oscuridad de la noche; desde territorios literarios más acomodados, desde las antípodas de la poesía creacionista donde, por el contrario, habitan de forma más o menos armónica: la sublimación de la trascendencia y lo cotidiano, la dialéctica existencial envuelta amorosamente en la contradicción y la consistencia estética, y todo ello envuelto en el denominador común de un enfoque sinestésico. Sin duda “Antípodas del Espejo” es una obra que no va a dejar indiferente a nadie y que constituye un original y bello ejercicio de sublimación de la existencia.