N fin del bipartidismo
Casa Presidencial fue solo el primer paso después de treinta años de un bipartidismo en crisis, N logró una tendencia irrevocable en El Salvador no solo en las urnas, pero en la mente de cada salvadoreño y en todo el eje político nacional e internacional, mostrando que los Movimientos
tienen el poder suficiente para lograr cambiar el curso de una nación y llevar a los partidos políticos tradicionales a tal punto de perder la capacidad de ser los actores principales de un sistema ya agonizante y lleno de actos inmorales.
La historia reciente de la bandera blanco y azul se cuenta ahora de la mano Millennial de N, del reinado de las redes sociales a la presidencia y de unos resultados que obligaron a los restantes; a recomponerse o desaparecer.