Reseña

Este trabajo ha sido preparado con dos propósitos. Primero, que pueda ser leído como una propuesta de articulación entre los Programas de Asignatura y las Investigaciones Escolarizadas, es decir, aquellas que se producen en los salones de clases, y segundo, ofrecer de manera muy sucinta, concreta y práctica, una metodología que articule lo teórico y lo empírico desde la misma realidad que cotidianamente se vive y construye en los salones de clases.
La articulación de teoría y práctica demanda la intervención de técnicas, instrumentos, mecanismos, procesos o metodologías que garanticen la objetivación del objeto desdoblado, es decir, realizado, explicado. Esto significa construir un proceso de interacción plena entre el centro escolar y su entorno, con el objetivo de sacar al centro escolar de su nicho territorial y llevarlo al entorno conformado por el todo constituido por la familia, comunidad, instituciones, hábitat y todo aquello que hace posible la existencia de la educación. En tal sentido, la escuela es territorio y el territorio es educación. Se trata de unificar la investigación entre estudiantes y docentes, es decir, lograr su unicidad epistémica en función de la construcción del todo, que como hemos dicho, se representa en el salón de clases. Ahí se articulan diversas visiones del mundo generadas en cada grupo familiar y comunidad de donde procede cada estudiante, cada docente, cada autoridad escolar. La articulación de docentes, estudiantes y autoridades no es tarea fácil. Se trata de educar en el orden de lo académico y de la vida disimiles historias de vida acumuladas por generaciones. Pero la dificultad no constituye un problema insuperable, por el contrario, precisamente esa ruptura epistemológica (estilos y modelos de vida cognitivos, sociales y culturales) en cada uno de los estudiantes resulta ser una fortaleza sin igual para la misma institución educativa.
Habrá de valerse de las particularidades y singularidades para lograr la unicidad entre estudiantes, docentes y autoridades que revelarán lo dinámico y dialéctico de la educación. Sin duda, una riqueza propia de cada centro rducativo. Inicialmente, intitulé este trabajo “Hacia una nueva metodología teórica y de campo en la docencia: la investigación desde los programas de asignatura en los salones de clases”, eso me permitió idear esta propuesta como inicio de una metodología distinta que ofrezca a docentes y estudiantes la comprensión de la investigación de forma holística. Los procesos que aquí detallamos se hallan concatenados y articulados de manera que puedan ser comprendidos desde esa interdependencia. Desde luego que de acuerdo con el nivel escolar del que se trate (Básica, Media o Superior), las exigencias académicas sobre la calidad y profundidad de la investigación serán diferentes y plenamente específicas.