Reseña

Preludio a Invierno

La llegada de(l) Invierno es tan contundente que poco o nada se puede hacer bajo su manto de lluvia. Acá, la palabra es un torrente de agua descendiendo de un cielo personificado por el sujeto lírico, hacia una tierra fértil que, al igual que la amada con sus «manos morenas», por momentos se vuelve distante y nebulosa. Así quiero iniciar este prólogo –que amablemente me ha confiado Antonio Teshcal– a su poemario Invierno. Antes de hablar del contenido, conviene decir que este texto conquistó los Juegos Florales de Santa Ana en la Rama de Poesía, en el 2009, y ese mismo año fue publicado en una antología institucional no comercial de escaso tiraje. Pero más allá de aquel mérito, este libro nos da cuenta de los inicios de Teshcal como poeta. Es por tal motivo que hoy lo recibimos en solitario y como protagonista, para hacer justicia frente a la indiferencia y generalización que puede conllevar publicar en una antología. Con respecto a su biografía, tengo la certeza de que el poeta nació en Quezaltepeque, La Libertad, en 1984. Se especializó en Medicina Veterinaria, en la Universidad de El Salvador. Actualmente, labora como docente de la Facultad de Ciencias Agronómicas en esa misma institución. En los últimos años, ha publicado en revistas y periódicos numerosos artículos sobre cine, literatura y temas de divulgación científica. Al mismo tiempo, es director de la revista digital
Agüero y dirige el sello editorial homónimo. Regresando a Invierno; la primera impresión del texto, como la última, es el sonido inmutable de la llovizna cayendo sobre el campo. Me refiero a que la tenacidad versal del poemario y sus imágenes, siendo consecuentes, se sostienen con la
misma cuerda del conocimiento anecdótico. De este modo, a lo largo de todo el libro rebosan las referencias a lugares entrañables como ríos, volcanes, parques, entre otros, –que tienen un significado vital del origen del poeta– y términos como «ecdisis» e «hidrofóbico», que responden a su formación académica pero que sutilmente ha logrado incrustar sin perder el efecto poético.