Alas grapadas
La poesía de Helen Jovel Agreda, constituye una revelación, un regocijo y algo más. Una revelación en el sentido de la ecuación madurez/eficacia, ya que es fuera de serie hallar en la ciencia una poeta tan joven, casi una niña, que escribe con tal versatilidad temática y madurez técnica; un regocijo porque mi yo poético se ha deleitado con sus sorprendentes metáforas, con el sobrio ritmo de sus versos, tan correctamente pausados y cortados, y con las ilustraciones, incluso cuando se aventura en la exploración del caligrama político- social; y “algo más”, por lo que debemos esperar de Helen en el futuro, hartas lecturas, madurez psicológico-artísticas y experiencia vital de por medio. No me resta más que añorar que en toda Centroamérica florezca un jardín de escritoras
tan prometedoras y espléndidas como la chica salvadoreña que hoy nos atañe. Tal canta Helen: «Vestigios somos todos entre letras; bohemios que calientan su alma con el fuego de la palabra». ! Salud ¡