Robi un robot para la interacción social con niños con autismo
La investigación consistió en desarrollar un robot humanoide con apariencia de un niño, capaz de realizar diferentes actividades básicas, enfocadas a la interacción social y emocional de niños con necesidades especiales, a través de procesos mediante funciones, para emitir sonidos y movimientos, con un rostro interactivo que sea útil para las terapias a los niños.
Al finalizar el tercer año se logró diseñar el nuevo robot semi humanoide, el cual en diseño 3D supera a sus predecesores, a su vez en la lógica de programación del nuevo rostro, el cual consiste en una pantalla de siete pulgadas para simular sus estados de ánimo y una plática más expresiva entre los niños y el robot, para posteriormente programar las actividades mediante bloques según se establezca con el personal del área de psicología y terapistas