Imperios de la antigüedad
Califatos e imperios musulmanes ; el mundo Islámico, el mundo de Mahoma, de Califas Ayatollahs y sultanes a Emires, Shas, Pachás, Visires, Imanes
Este libro es el último de un largo viaje que se inició en Sumeria (“---donde todo empezó...”3500 años antes de Cristo) con Marduk y las primeras ciuades de la historia (Uruk, Eridu, Ur) y donde conocimos la primera teoría de la creación (dios Marduk) del poema Enuma Elish, y la ocurrencia del primer diluvio universal de Gilgamesh. En este viaje, llegamos a la Acadia de Sargón y al “jardin del Edén”de laMesopotamia Babilónicade Nabucodonosor. Posteriormente, llegamos al misterioso Egipto de los grandes dioses (RA- Amón-Horus) que regulaban la “vida en el más allá” a través del Libro de los Muertos que constituía el entorno de los grandes faraones (Ramsés, Tutankamón, Akenetón-Nefertitis, etc). Luego viajamos – conducidos por Marija Gimbutas - a la “Vieja Europa”, de la “Diosa Madre” , del Matriarcado y de los “kurganes” pàra llegar a la Hélade donde pasamos mucho tiempo conociendo a Hesíodo, Homero (con los grandes dioses del Olimpo, Zeus y sus hermanos); a los grandes héroes míticos como el “rey de hombres” Aquiles y sus mirmidones, o al Principe troyano Héctor “el domador de caballos”, y al rey de reyes Agamenón. Aprendimos la naturaleza de la existencia de Platón, Sócrates, Aristóteles y Diógenes; y de Clístenes y Pericles conocimos una nueva forma de gobierno basado en la isonomia democrática. Asi mismo, nos deslumbramos con el arte de Fidias y con las grandes hazañas bélicas de los valientes guerreros como Temístocles, el espartano Leonidas y al gran Alejandro el Magno de Macedonia.
De la Hélade viajamos a la Antigua Roma donde aprendimos de Eneas, Cayo Mario, el divino Julio César, de Augusto y la “pax romana”, de , Antonino Pío, de Vespasiano-Tito y su Coliseo, de las luchas libertarias de Espartaco, de Marco Aurelio “el filósofo”, Diocleciano y otros como los crueles extravagantes Caligula y Nerón. Luego acompañamos a Constantino “el Grande” en la fundación de “su ciudad”: Constantinopla, para conocer el Gran Bizancio de Teodosio II, Justiniano I y su su Influyente esposa Teodora que desarrollaron el Imperio Bizantino.