Reseña

El octavo coronavirus

He tenido la oportunidad de leer la novela “EL OCTAVO CORONAVIRUS” en un mundo de acontecimientos desconcertantes, que surgen como realidades inesperadas sin estar en el ideario del ser humano como remotas posibilidades. Ya son muy pocas cosas, en este universo
maravilloso, las que nos deberían de sorprender. Este es un mundo donde lo ficticio y extraordinario son realidades inobjetables que se están madurando en el vientre del futuro. No hay nada nuevo sin que primero haya sido una ilusión. Todo es posible, hasta lo imposible, solo es cuestión de tiempo. Muchas veces los sueños señalan el camino para descubrir grandes misterios, soñar con el futuro nos puede aclarar paradigmas que solo adentrándonos en ellos podemos llegar a
comprender. Como ejemplo, en el Cosmos del cual el planeta tierra es parte, podríamos imaginar a los seres humanos soñando con un desorden que, al parecer nos conduce a la unificación del todo, donde la única misión es la sobrevivencia de los más aventurados. Sin lugar a duda, los sueños nos llevan a descubrir de lo que somos capaces de hacer en la espiral del tiempo, donde el pasado, el presente y el futuro son una eternidad de sucesos complejos aconteciendo sin detenerse en el universo infinito de nuestra imaginación inconsciente.
En esta sintonía, el autor de “EL OCTAVO CORONAVIRUS” nos introduce en una especie de novela corta que, de acuerdo con su contenido, es fácil ubicarla en la categoría de ciencia ficción, un género donde hay una gran variedad de lecturas disponibles de excelente calidad para los
amantes de este tipo de narrativa. La trama se centra alrededor de un personaje que por casualidad o fuerza del destino encuentra un documento digital que le lleva a descubrir un mensaje que no debería haber leído, y montando sobre las alas de sus recuerdos entrecortados, después de haber conocido el texto del documento, lo plasma en un lenguaje coloquial para el mejor disfrute del lector, aun cuando su
imaginación o fuerzas extrañas conspiran permanentemente para nublar esos recuerdos. Lo atractivo de esta obra, es el interés del autor por incursionar en un género bastante seductor con una trama un tanto diferente a la que estamos acostumbrados. También es notoria la forma ingeniosa como se mezcla la vida cotidiana de un ciudadano común, con el fenómeno de la pandemia y una amalgama de datos que enriquecen la temática, en medio de un argumento que introduce un tema tan enigmático como los extraterrestres, hábilmente combinado con otros datos reales, donde la expansión del cosmos sí tiene sus ritmos
ordenados. Todo esto enriquecido dentro de un contexto de conspiraciones inimaginables, ofreciéndonos una lectura atractiva e intrigante sobre una mezcla de situaciones y acontecimientos recientes como la pandemia que aún acapara el interés de la población.
De por sí, no se puede ignorar que el exceso de dudas y preguntas sin respuestas sobre la pandemia ha dado origen a una amplia gama de conspiraciones y suposiciones que lastimosamente los científicos aun no nos han podido esclarecer, pareciendo así más un tema de ficción que un fenómeno científicamente concretizado, lo cual encaja y es ampliamente aceptado en una novela de ficción.
A la vez, el tema de los extraterrestres es y seguirá siendo un argumento atractivo para muchos escritores de novela y directores de programas de ciencia ficción. Por eso, embarcarse en este género narrativo constituye un reto en el sentido de lograr posesionarse en alguna esquina, del espectro con una temática tan fuertemente disputada.
“EL OCTAVO CORONAVIRUS”,como novela de ciencia ficción, nos da la sensación de un viaje, donde vamos descubriendo la íntima relación entre un mundo influenciado por los grandes descubrimientos científicos y la realidad de un universo plagado de acontecimientos
asombrosos y desconcertantes, influenciando a la vez la vida cotidiana de los seres humanos, quizá más acostumbrados al sueño de volar en secreto sin haberlo intentado. Y es ahí donde nace (creo) la intención (ficción) del autor de enlazar las ideas plasmadas con los sucesos científicos, los cuales giran en torno al descubrimiento de pistas que hacen repetir el sueño de múltiples formas de vida, las cuales aún, no todos somos capaces de observar a simple vista, excepto cuando somos inducidos a pensar, invitados o convencidos de cuestionar la
realidad. Por lo tanto, cualquier escritor que se aventure en esta narrativa y pretenda un espacio en el amplio espectro disponible, deberá afilar el lápiz y espolear su imaginación al máximo, para
lograr ofrecer al lector, la oportunidad de entretenerse con algo nuevo y emocionante, en medio de un mundo literario tan rivalizado.
Evitando ser redundante, puedo decir que el lector tiene en esta obra el instrumento apropiado para volar y sobrevivir en medio de una bruma de conspiraciones. Queda disponible esta novela corta para un par de horas de lectura seductora con fines exclusivamente de deleite con una trama eminentemente ficticia…. ¿Ficticia?, o ¿No? J. N. Aparicio A.