Reseña

Para entender estos testimonios tenemos que conocer la historia
de El Salvador que sucedió hace más de cien años. Aquí se han
relatado y simplificado estos hechos en unas páginas, pero fueron
años complejos y difíciles. En 1882 , el presidente Rafael Zaldívar emitió una ley para la erradicación de los ejidos, por medio de la cual les
quitaron a los indígenas y campesinos las tierras que les había
regalado Fernando VII para pudieran hacer sus siembras y no
se murieran de hambre. En 1932 hubo un levantamiento en la zona de Los Izalcos, en un intento por recuperar las tierras que les habían sido
arrebatadas, y el Gobierno las iba a entregar a quienes quisieran
y pudieran dedicarlas al cultivo del café. El general Maximiliano Hernández Martínez, entonces presidente de la república, ordenó al general apodado Chaquetilla que sofocara y matara a todos los que se levantaron en armas, con lo que exterminaron a casi toda la población de esa etnia y a la cultura náhuat. Como consecuencia de esto, la oligarquía hizo un convenio con los militares, quienes desde ese momento se convirtieron en los guardianes de los privilegios de ese sector; a cambio, los militares pudieron participar en la política, y desde ese momento hasta 1980 todos los presidentes de El Salvador fueron militares.