Reseña

Esta segunda edición del Concurso Transoceánico de Poesía. Homenaje a Claudia Lars nos anima de nuevo a mirar con optimismo la realidad poética de estos países así como nos estimula a fomentar nuevos espacios de aproximación, intercambio y aprendizaje cultural en común.
"Desde el manicomio", de Cèlia Gracia Castany, es una obra que destacó, en palabras del jurado, por su pasión, autenticidad, intensidad y calidad poética. Un recorrido revelador por sentimientos, instantes y experiencias por los que la autora nos conduce en una ruta vital y original.

Cèlia Gracia Castany
Nací en mayo de 1990. Me crié los primeros años de mi vida en una casa en el campo. Lo recuerdo como algo idílico. A los 9 años, momento en que dicen que empieza el despertar de la conciencia, me trasladé a la ciudad y empecé a escribir mis primeros poemas. En la adolescencia, coincidiendo con la separación de mis padres, atravesé una crisis
existencial. Esta me llevó a empezar los estudios de filosofía en la Universidad de Barcelona. Necesitaba respuestas. Pero durante el segundo año me di cuenta que llevaba toda mi vida en la escuela, sentada en una silla, empapándome de teoría. Y decidí, junto a mi pareja de entonces, dejarlo todo y empezar un viaje sin destino para experimentar qué era la vida. Fue una época muy estimulante. Pronto nació nuestra hija mayor y luego la segunda. Para entonces yo
había dejado de escribir, había estudiado Educación Infantil y me dedicaba exclusivamente a la maternidad. Antes de llegar nuestra tercera hija nos trasladamos a Costa Rica, buscando un ritmo de vida más lento, más sencillo y más Naturaleza. Allí empezamos un proyecto de escuela libre alternativa que reunía todos nuestros ideales educativos. Pero al mismo tiempo atravesamos grandes dificultades económicas y la relación de pareja fue degradándose. Volví a escribir. A todas horas. Caí en una depresión profunda tras la decisión de separarnos y regresé a España, junto a mi familia, donde fui por primera vez ingresada en un centro psiquiátrico. La experiencia fue corta y muy dura. Seguí escribiendo. Alrededor de un año más tarde volví a ingresar, esta vez por un período más largo. Fue allí que concebí este poemario. Si tiene alguna cualidad por encima de cualquier otra es la sinceridad con la que fue escrito y la falta de censura que me impuse a mí misma. Gracias por permitirme compartirlo.