Se busca a gato
Se busca a Gato
Esta divertida historia empieza cuando a Irina, su abuela le regala un perrito negro de mascota, pese a que ella le había pedido un gato. La anciana le dice que los gatos dan alergia. Pero como el perrito es muy pequeño y todavía no puede ladrar, el primer sonido que emite se parece a un maullido. Así que Irina, le pone de nombre Gato. Una mañana, Gato se escapa de su casa y no lo encuentran. Irina está muy triste. Entonces aparece su buena amiga Sara que le sugiere hacer carteles para que la gente ayude a dar con su paradero. Colocan los carteles por todas partes y empiezan a llegar muchas personas con gatos negros a su casa, preguntando si no es el que se ha perdido. La abuela que es supersticiosa, empieza a quejarse de que tendrán mala suerte por la cantidad de gatos negros que están en su puerta y con esa bulla, Irina no puede decirles que Gato es un perro. Nuevamente aparece Sara y lleva un puñado de ratoncitos de plástico y los lanza al aire. Los gatos saltan de los brazos de las personas y todos empiezan a gritar ¡gato!, ¡gato!, ¡gato! Y por los gritos de la gente, Gato encuentra el camino de vuelta a casa y aparece lodoso y jadeando. Desde ese día, no volvió a escaparse.