Nautilus
Nautilus
Con «Nautilus», Irasema Cruz Bolaños, nos ofrece un conjunto de historias donde se entrelazan realidad y fantasía. Esther de la Mar, sujeto lírico dialoga en primera persona y tiempo presente con personajes reales, describe su nacimiento y el transcurso de su existencia, en la que su abuela, simboliza el espacio temporal vida-
muerte. El cuaderno estructurado en sesenta textos, conforma un entramado de interrogantes. La niña que todo lo quiere saber, la adolescente y sus incertidumbres, la adulta con sus pérdidas y no respuestas. La autora, nos conduce de manera ingeniosa a través de un lenguaje cargado de simbolismo e imágenes, sin descuidar sus niveles sintácticos, compositivos, sugestivos, plásticos, el sentido de la pertinencia y coherencia: hay mucho de poesía cuando escribe: «Las orquídeas lloran y el silencio es una línea delgada» la presencia de
significantes, mujer árbol, mujer agua, pez, propios de la insularidad, palabras que se mueven entre lo coloquial y poético. El drama del ser humano y su entorno. Envejecer es mi vuelta a la raíz, de cierta manera nos remite al referente de la novela «Viaje a la Semilla» de Alejo Carpentier, en la contemplación de la vida, el ser que germina como
la semilla y muere. La grandeza de «Nautilus» radica en su ilimitado devenir, sin encasillamientos de géneros, cada lector-espectador hallará su propia pieza artística. Parir es morir, siendo una constante el pensamiento y la conciencia. Entrar en la urdimbre de sentimientos de
Irasema, su probado oficio, es un goce de colorido y frescor a donde es posible volver con la agudeza del asombro. Luisa Oneida Landin