Reseña

“ Lo que me contaron y viví en Ilobasco”

No es fácil hacer una valoración de todo lo que ha sucedido en la vida y la historia de la gente en una determinada localidad, sobre todo, cuando los cambios han sucedido tan rápido y de una manera, hasta cierto punto, no planificada como ha sucedido en Ilobasco a lo largo de su historia. Aquel pequeño poblado con título de ciudad, que después de 1900 agarró auge con alcaldes visionarios de la talla de don Bernardo Perdomo, poco a poco se fue proyectando a lo largo y ancho del país por la destreza de sus pobladores, en actividades productivas o fiestas patronales como la solemne fiesta celebrada desde tiempo inmemorables a la Virgen de Concepción, el ocho de diciembre; procesiones y coronaciones de reinas y desfiles, carreras de cinta, etc., o por lo que se decía o se escribía del lugar; hasta el mismo canta autor nacional don Pancho Lara lo describió en una de sus canciones como
el “Ilobasco pueblito soñado que palpitas en el corazón”. Nuestro pintoresco poblado, desarrolló una tradición de talleres de talabartería,
zapaterías, coheterías y hasta de fabricación de colchas, excelentes ebanistas y creadores de arte plástico, los pintores que aún los hay, y con excelentes producciones; sin embargo, fueron los artesanos del barro los que luego se encargarían de hacerlo famoso en el país y en el mundo, por sus bonitas y atrevidas creaciones.