Reseña

Las memorias del Tata Fidel han sido amasadas a través del tiempo, compartidas durante ritos ancestrales y tamaleadas en su cantón San Ramón, San Antonio del Monte. Desde estos territorios, nos transmite sus saberes con voz pausada, devela misterios de nahuales, convoca a espíritus fluviales, comparte recuerdos de la infancia solitaria. Bajo árboles de mango confiesa que es fuego, es aire, es agua, es tierra: es Fidel Flores Hernández. Testigo de la resistencia ante los intentos de exterminio cultural que, incluso antes de 1932, las élites trataron de imponer, intentando cortar la gran ceiba que conecta el cielo con la tierra. Podaron sus ramas, más no lograron destruir su tronco ni sus raíces. La memoria es fruto que vence el olvido, transmite saberes y anuncia utopías milenarias. El Tata Fidel en este libro nos comparte ese fruto. Cumple el designio de abuelas y abuelos transmisores de un legado que se rebela a extinguirse. Guerrero de identidad y cultura nos deja su palabra, su fuego interior, hilos para abrir diálogos con nuevas generaciones. El Museo de la Palabra y la Imagen, se honra al acompañar a las comunidades indígenas en el tejido de sus historias. Con afecto y agradecimiento, este libro lo dedicamos al profesor Luis Melgar Brizuela, hermano y maestro, quien, hasta el último día de su vida, nos acompañó incansablemente en las comunidades indígenas y en diversos esfuerzos por la cultura y las memorias.

Carlos Henríquez-Consalvi (Santiago)