Queiquín
Esta novela evoca los primeros años del conflicto bélico salvadoreño de los ochenta. La trama, dominada por el realismo, gira a lo fantástico, connotando una atmósfera de violencia y persecución. El protagonismo del niño mutante, el Tigrillo, irradia esperanza y osadía, en simbiosis con el motivo ecológico