Cartas a tía Margoth
Cada navidad Ricardo Lindo solía obsequiar a su tía materna un regalo entrañable: dibujos junto a un poema, cuento o una obra de teatro. Estos presentes, más que simples obsequios, eran ventanas íntimas a su universo creativo y afectivo. Los textos e ilustraciones que Ricardo entregó cada año a la tía Margoth, revelan su universo, entretejido de anécdotas familiares con lugares idealizados y recuerdos transformados por la imaginación. Ricardo revela el destino de la Atlántida, y nos enseña que “más bellas son las cosas evocadas, que aquellas que palpamos con las manos”. Más allá de su producción literaria y artística, Ricardo fue un comprometido defensor de la cultura y la memoria histórica. Su mirada crítica, calidez y compromiso con la belleza, hicieron de él un consejero constante y un aliado en los múltiples empeños del Museo de la Palabra y la Imagen. Esta publicación nació de un último deseo de Francisco Altschul, primo del poeta, y en reconocimiento al legado de Ricardo Lindo, poeta, artista, intelectual generoso, amigo incondicional. Carlos Henríquez Consalvi, Santiago.