El tercer aire
La pandemia del COVID-19 fue un fenómeno global, pero para quienes la vivimos en piel propia, se trató de una historia profundamente personal. En mi caso, recién casado y con un hijo en camino, con mi familia nos vimos enfrentados a un mundo desconocido, uno que parecía que se había detenido de golpe. El Salvador, como el resto del planeta, se sumergió en una realidad nunca antes imaginada.