Reseña

Estás por abordar un crucero, pero te avisan que hay muchas tormentas
en el horizonte y muchos icebergs, así que hay muchas probabilidades
de naufragar, y debes escoger bien el equipo que debes llevar, ¿qué lle-
varías? ¿La ropa más cómoda posible o el guardarropa más fino que
puedas tener? ¿Tu automóvil soñado o un buen bote salvavidas (pondrías
o no combustible)? ¿Llevarías una buena linterna o tu mejor teléfono
celular? Y, por último, ¿tendrías a tu lado a un experto marinero o al
amigo de todas tus fiestas que ni siquiera sabe nadar?
Son interrogantes legítimas ante la travesía que estás por comenzar; creo
que ante una catástrofe ansiarías estar acompañado de personas que han
logrado atravesar con éxito esa circunstancia que a ti te está costando la
vida, por lo cual siempre será reconfortante saber que tienes a personas
de éxito consolidado, que han probado hasta la última gota de la ansiedad
y han salido adelante, no personas teóricas sin práctica en el día a día.
Así es la vida, llena de sobresaltos, obstáculos, saltos y caídas repentinas,
debido a la organización de la actual civilización con sus prisas, rigores y
exigencias que han llevado a la humanidad a una deshumanización, que
individualmente nos llena de temores y ansiedades que se profundizan
increíblemente a niveles insospechados de lobreguez y depresión, aún en
personas que aparentan ser felices.