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ISBN 978-99961-80-28-6

Nadie es poeta en su tierra
antología poética (2015-2020)

Autor:Rodríguez Canales, Jorge Alberto
Editorial:Editorial Shushikuikat
Materia:Poesía salvadoreña
Público objetivo:Jóvenes adultos
Publicado:2020-08-30
Número de edición:1
Número de páginas:98
Tamaño:10x20cm.
Precio:$8
Encuadernación:Tapa blanda o rústica
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

“Nadie es Poeta en su Tierra”
Es un libro indispensable en la literatura salvadoreña. A través de él contemplamos (no conparsimonia) y no desde afuera, las explosiones múltiples que diseminan
el sentido por todas las grietas y fisuras de la realidad
nuestra; nos interpela permanentemente para hacernos entrar
en ese mundo grotesco y pervertido; nos sacude interiormente
abriendo un abismo donde incluso la propia convicción se ve
amenazada porque sabemos de lo que el poeta habla. Porque es
posible la memoria aun con tanta desesperanza, porque de una u
otra manera los recuerdos y pensamientos se agolpan, porque le
dan contenido al corazón, porque aquí no hay vaguedades sino
sentidas reflexiones.
Lo interesante de esta obra de Jorge Canales es la realidad
punzante que nos muestra, poeta testigo de los vacíos y de este
mundo que se ha vuelto despiadado y que suscita angustias estrafalarias
como una casa deshabitada o un traje hueco. El hedor
de lo inhóspito dispara tumbas asfixiantes, nos salpican las imágenes
horribles que bracean en el agua: el dolor, la ruina, la vida
y su nublada agonía. En “El Niño, la Mariposa y el Grillo”, no
dice: “Bajo la mesa del barrio marginal juega un niño con una mariposa
y un grillo. Su madre le canta mientras embolsa miserias de
cocaína. Su padre llega borracho, la insulta y golpea. El niño, entre
lágrimas y sollozos, libera la mariposa y decapita al grillo”.
Tenemos, pues, en este libro del poeta Jorge Canales, motivos
suficientes para repensar la realidad y la escritura: Una literatura
que no se vincula al ser humano carece de construcción de
memoria. Leo y veo al poeta con esas grietas doloridas, extendiéndose
en su mirada. Entonces, todo se hace transitable, aun
el pájaro que se duele sobre una estatua. Celebro con absoluta
complacencia, la mirada creadora del poeta Jorge Canales, su
pensamiento vanguardista, su búsqueda de la libertad, a través de
la escritura. Su fuente de conocimiento será siempre la realidad
histórica y moral de este país, tal como lo señala Enrico Mario
Santi. (El laberinto de la soledad, Octavio Paz.) En su creación literaria
encontramos esa necesidad de romper con las monotonías
del yo poético, para instalarse con su alma vibrante en el narrador
testigo que desata las aguas esenciales de los agujeros históricos.
El gozo de leer a Jorge Canales es inmenso. Siempre es necesario
leer y repensar su mundo poético-narrativo en presente, no en
pasado. A diferencia del niño que dejó de liberar luciérnagas, (El
Niño y las Luciérnagas), el poeta, siempre desatará ese bello ímpetu
de los pájaros a la hora de exorcizar el mundo con su vuelo.
Finalizo este recorrido con las palabras siguientes: Veo el trabajo
de Jorge Canales “En Nadie es Poeta en su Tierra”, como
búsqueda, aunque –como dicen algunos especialistas– sea una
utopía inútil. Miguel de Unamuno ya lo dijo en su momento:
«La locura, la verdadera locura, nos está haciendo mucha falta,
a ver si nos cura de esta peste del sentido común que nos tiene a
cada uno ahogado el propio».
André Cruchaga, El Salvador


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