Rasgos culturales de San Miguel
En cualquier lugar del planeta los pueblos se identifican por elementos genuinos que han sido transmitidos de las generaciones pasadas a las presentes, siendo un legado que se constituye como un aporte identitario que les permite ser reconocidos en otras latitudes. Cada una de las acciones tangibles y no tangibles que acontecen es de arraigo comunitario que posibilitan establecer los cánones sociales en un entorno real pero propio de su comunidad y son únicos ante los acontecimientos de otras poblaciones que pueden ser idénticas o totalmente diferentes. Si la cultura es todo lo que el ser humano hace, resulta llamativo que los grupos sociales en su devenir histórico construyen y determinan aquellos aspectos que son de relevancia y los establecen como propios popularizándolo entre su población haciendo esfuerzos para que se mantengan en el tiempo.
Existen comunidades en las cuales las personas se encuentran muy arraigadas a los hábitos de sus lugares de origen, que si se retiran a otros lugares, por ninguna razón del mundo están dispuestos a descartar lo que es parte de su identidad. Los pueblos en su desarrollo histórico como comunidad construyen toda una herencia cultural de un valor incalculable al cual se le deben dar la sostenibilidad necesaria a través de su práctica constante, cada aporte se constituyen en herencia para que ese legado nunca caiga en el olvido ni mucho menos se deje de practicar por parte de las nuevas generaciones.
Los rasgos de la identidad cultural de la población de San Miguel constituyen los valores, creencias, costumbres, religiosidad, fiestas y arte que lo identifica como parte de su propia existencia. Todo esto tiene sentido si se alude a que se transmite de generación en generación a lo largo y ancho no solo de su espacio cercano sino de las áreas lejanas, es decir, en el territorio en donde surge la identidad cultural y más allá de su ámbito de acción, por tanto, los rasgos culturales de San Miguel seguirán presentes si la población continua practicándolas y transmitiéndolas a las nuevas generaciones para que no desaparezcan y sean invadidas por la voraz invasión de otras culturas muy diferentes a la propia.
Está claro que el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad, expresada de manera espontánea por los individuos y que reconocidamente se somete a la responsabilidad de cumplir con las expectativas comunitaria como parte de su identidad cultural y social; los acontecimientos se transmiten de form oral, por imitación y de otras maneras que son propias de cada pueblo. Sus formas de manifestación y desarrollo cultural comprenden: la música, la danza, los juegos, la lengua, la arquitectura, la literatura, las costumbres, la mitología, las tradiciones, la gastronomía, las creencias, rituales y artesanías; que están arraigados como parte de su existencia en el proceso de conformación como comunidad.
Los rasgos culturales de la ciudad de San Miguel en la zona oriental de la República de El salvador, forman parte de la diversidad de vivencias que resulta importante para el género humano, siendo tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos, llegando a constituir el patrimonio común de una zona del territorio salvadoreño, la cual ha sido permeada por aristas que le permiten constituirse como un baluarte genuino que amerita ser conocido y consolidado en beneficio de las generaciones presentes y futuras. No obstante, los rasgos culturales no son estáticos, sino que se someten a la dialéctica natural y social de la población que los experimenta a ello se le agrega que también están constituidos por elementos heterogéneos de la sociedad.
Al transcurrir el tiempo los acontecimientos relacionados con la identidad cultural tienen un proceso de reconstrucción y revalorización dinámico, lo cual ocurre debido al contacto que se tenga con otros rasgos culturales o transformaciones a nivel interno. Del mismo modo, las prácticas propias y la concienciación comunitaria se constituyen en un respaldo que sustenta lo autóctono y, por ser parte de su identidad, demanda darle vigencia y continuar practicándolo para asignarle el posicionamiento que se merece como parte del patrimonio cultural del pueblo migueleño que se caracteriza por ser laborioso y respetuosos de sus creencias y tradiciones adquiridas en el devenir de su historia como población asentada en las faldas del coloso Chaparrastique que vigila su desarrollo y la práctica de sus costumbres y tradiciones como manifestación fiel de los rasgos de la identidad que caracterizan a la zona oriental y en particular la ciudad de San Miguel.