De vez en cuando la muerte
A través del relato angustioso del narrador protagonista sabemos que
los personajes en esta novela están signados por la fatalidad, como
puestos en la historia para ser masacrados, mutilados, descompuestos.
Personajes tipo que son movidos por una especie de poder
omnipresente; mujeres aniquiladas por una “maldición”: por un
asesino en serie (¿es él el asesino?) que se enuncia, pero que parece
anónimo o hasta inocente a quien cuenta esta historia en medio del
descalabro psíquico. Un periodista a la caza de “la verdad”, con el
corazón afligido queriendo enfrentar los tentáculos desconocidos de
algo monstruoso, jugándose el pellejo, venciendo las tentaciones,
aunque cediendo a otras. Esta gente es dueña de una carne tan creíble
como la abundancia putrefacta de nuestras sociedades; todo dentro de
una historia que avanza con un ritmo vertiginoso que ciega el aliento,
como en espiral.