A partir de mañana
MI NOVELA ES UNA RESEÑA AUTOBIOGRÁFICA QUE
COMIENZA ASÍ:
Desde que respiré por primera vez al salir del útero de mi madre, he sido una decepción andante. Siempre he decepcionado a los que me rodean. Imagino ese momento al doctor que me sacó de ahí diciéndole a mi madre: «Felicidades señora, es un varón», y supe que ya la había
decepcionado por primera vez (sé que después de haber parido ya dos varones, ella hubiera querido a una hembra). Me cortaban el cordón umbilical, me limpiaban mientras yo lloraba (se notaba que no serviría ni para llorar) y luego me llevaban a los brazos de mi madre, quien estoy más que seguro que no tenía ningún ánimo de sostenerme, en
especial cuando vio que salí de piel morena, la segunda decepción que le di. Por alguna razón que desconocía en ese entonces, mis primeros recuerdos fueron a muy temprana edad (creo que casi a los dos años de edad), todos esos recuerdos se resumían en yo llorando casi por todo y regaños por parte de mi madre y mi abuela. A esa temprana edad solo tengo dos recuerdos decentes: El primero, un regalo que me dieron para un cumpleaños (creo que fue para mi segundo o tercer año) y al fondo sonaba una canción que a los años aún la escucho sonar en la radio. Como siempre, me puse a llorar mientras mi tío Ramón me consolaba para salir contento en una foto (no funcionó y salí llorando de todos
modos). El segundo fue el de mi madre dejándonos a mí y a mi hermano mayor al cuidado de mi prima Marta, una noche que ella y unas amigas fueron a misa. Mi prima ya era adolescente y unas amigas de ella llegaron a la casa para pasar un rato y ver caricaturas. En ese momento, yo descubriría mi primera pasión que serían las caricaturas y la televisión…