La negra Eloísa
novela
NOVELA LA NEGRA ELOÍSA
Todos los países del trópico en América Latina están hermanados y unidos por un idioma común, con pocas excepciones. Somos tan iguales que cuando comienzan a surgir tiranos en algunos países pronto surgen otros como plagas y compiten por conocer quién es peor. Por muchos años, millones de personas han vivido en pobreza extrema, sobreviviendo con migajas cuando sus gobernantes y funcionarios no se llevan la mejor tajada de los ingresos en la hacienda pública de nuestras naciones. Existen dos naciones dentro de una, es la realidad en que
viven unos pocos, la nación de los gobernantes, la clase política, los poderosos dueños de los bienes de producción, bancos, propiedades inmobiliarias. La otra es donde sobrevive el resto: los gobernados.
En esas Patrias marginadas vive casi el 90% de la población de América Latina, los escupe fuego y pedigüeños de las calles y avenidas, a los que nadie quiere ver y sin embargo son parte del diario vivir. Los que salen de sus madrigueras a vivir de la cachada, es decir, de las cosas hurtadas a precio de oferta para deshacerse pronto del cuerpo del delito. De esa población marginada e invisible para los gobiernos corruptos es de donde procede una gran parte de la población. Son los hermanos que viven el día a día y se van a la cama contentos por haber
sobrevivido otro día más, y haber llevado unos bocados al estómago, un órgano del cuerpo humano acostumbrado a comer cuando hay, y a mitigarla con un poco de agua cuando no hay para más.
Esta es una novela donde el corcel de la corrupción corre desbocado, jineteado por hábiles políticos, cuyo único amor y Dios es el dinero mal habido bajo tenues disfraces de benefactores de los pueblos que gobiernan.