Con voluntad hay camino
historia de nuestro legado filantrópico
Con voluntad hay camino. Historia de nuestro legado
filantrópico
En la década de 1960, el tío Lito se entregó a la realización de diferentes obras de altruismo de alto impacto, en las que involucró a una gran cantidad de miembros de la familia. Su pasión por transformar vidas y el entusiasmo con que lo acompañó la familia fueron las motivaciones que lo impulsaron a crear, en 1971, la Fundación Rafael Meza Ayau, como símbolo de respeto y reconocimiento a su padre, con la finalidad de perpetuar el legado filantrópico de la familia. Así comienza la historia de nuestra Fundación, de la mano de un ser humano de cualidades excepcionales. Y ahora, después de medio siglo de evolución institucional, estamos aplicando a la filantropía los mismos indicadores y técnicas de administración que utilizan las grandes empresas, para contribuir en forma cada vez más eficiente a mostrar el camino a los salvadoreños que tengan voluntad de progresar.