Ordenar el territorio para asegurar el desarrollo sostenible
Ordenar el territorio para asegurar el desarrollo sostenible
En América Latina el ordenamiento territorial es un tema aún en gestación, a pesar de que en los últimos treinta años —con desarrollos diversos— se han hecho importantes avances en materia de adaptación normativa y de desarrollo institucional. Ello, en un contexto de comportamientos gubernativos entre centralización, descentralización,
concentración, y una lógica de actuación temporal limitada por obtener resultados a corto plazo; lo predominante ha sido hacia acciones de desarrollo económico, sea como zonas especiales de desarrollo o proyectos regionales de desarrollo. Para lograr un nivel de desarrollo humano alto para los salvadoreños, se recomienda priorizar treinta metas (de las 169), de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que
incluyan un monitoreo sistémico de 41 indicadores (de los 241) de las metas priorizadas; además de la asignación suficiente de recursos en los respectivos programas y proyectos de gobierno de los 44 nuevos municipios, que incluyan estas apuestas impulsoras. Una mirada al mediano plazo es que hacia 2030-2040, con la nueva arquitectura socio-
institucional municipalista, se articule un sistema de ciudades complementarias, multicéntricas e interrelacionadas. Y que tal sistema evite el surgimiento de 44 protoestados, desarticulados de la idea estratégica de desarrollo para la vida digna de las personas. Una premisa de gestión sostenible es adoptar los lineamientos del Premio Global para el Desarrollo Sostenible en las Ciudades, conocido como Premio Shanghái. En el largo plazo, una imagen de referencia hacia 2050-2060 debe ser: El Salvador, un país seguro, cohesionado, próspero, de alto valor económico-social, sostenible, humano y feliz.