Demente de mentecato
poetorias para un mundo insano
De Mentecato ha aprendido, con lágrimas y esfuerzo, a hacerse cargo y caminar ese camino. Y hacer él mismo que las cosas pasen. Eso sí, gustando siempre un buen café acompañado del humo del tabaco. Tiene los ojos del alma abiertos, ama la vida y es un “rudo” inmune a la resaca.