Esa música dulce del crepúsculo
En su conjunto, esta colección de poemas bajo de Gustavo Bracamonte constituyen un corpus donde la memoria, la crítica y la imaginación se entrelazan para ofrecer una visión integral del ser humano y su tiempo. La voz poética se sitúa en la frontera entre la intimidad y la historia,
entre la ternura de la evocación y la dureza de la denuncia. Lo que emerge es una poética de la conciencia: consciente de la muerte, de la alienación, de la injusticia y de la devastación, pero también consciente de que en la palabra —en su música y en su imagen— habita todavía la
posibilidad de resistir y de iluminar.