Cuentos indispensables
antología
El talento que los colegas proyectan en cada uno de estos relatos nos hace pensar en la buena salud que goza hoy en día la narrativa salvadoreña. En cada una de estas historias se hilvanan detalles, hechos y emociones que nos encaminan a un descubrimiento tierno o atroz, a través de vidas comunes, en lo pequeño y hasta en lo íntimo, para comprender así a una sociedad entera. ¿Cómo duele lo social en los rincones personales? En estos relatos no vamos a encontrar respuestas, sino un estado de constante interrogación. Relatos como "Mi hogar ya no está", "La granjita poética", y "La audición" tienen claramente un público infantil. El primero es un retrato de la destrucción de los hábitats y cómo esto afecta a diferentes especies animales, mientras que el segundo y el tercero se conjugan perfectamente para demostrar que el arte y el juego son siempre sinónimos de libertad, incluso en tiempos de confinamiento. "El trencito", "Eugenia" y "El dolor de la risa" perfilan relaciones íntimas, poderosas, sobre la despedida o el rencuentro; mientras que "Gestiones públicas" y "La mujer del revólver" bordean la temática social en el contexto salvadoreño. "El presentimiento" y "La flor violeta", en cambio, son relatos que se revelan desde lo fantástico, el primero desde lo insólito en el espacio cotidiano, y el segundo, desde la configuración de un mundo mitológico de ensueño.