Reseña

Este libro empieza con la aventura que todo profesional de la educación trata de exteriorizar hacia la sociedad, dar ese aporte que genere un cambio, no solamente como conjunto sino en cada individuo que la compone. Durante años he sido testigo del aprendizaje de Julio dentro del campo de la recreación y con el Manual del Docente Lúdico:
recreación, lúdica y juego en el ámbito educativo, nos demuestra que aprender a enseñar va más allá de transmitir ciencia, sino que al mismo tiempo utilizamos nuestro cuerpo en todo su conjunto (afectivo, social, cognitivo y físico) para que esta perdure en el tiempo y no se pierda.
He sido invitado para escribir este prólogo como parte de un testimonio basado en una frase que he aprendido de Julio: «Sé el docente que quisiste tener». Ni él sabe quién la dijo, mucho menos yo. De lo que sí puedo estar seguro es que este manual será para ustedes una
guía, en la cual entenderán las diferencias que existen entre los términos inmersos en la recreación y mejor aún, aplicarlos buscando ser ese docente que no tuvieron o parecernos al que en algún momento de nuestra vida estudiantil tuvimos y ahora lo recordamos. Durante muchos años se ha creído que integrar la diversión dentro de la educación es un sinónimo de hacer desorden o crear un ambiente hostil para los demás. Al leer este manual te darás cuenta que puede llegar a ser todo lo contrario. No solo porque lo dice la teoría, sino que debes vivenciarlo. Parte importante es retomar que todo lo enseñable puede propagarse como experiencias lúdicas que culminarán en un aprendizaje significativo. Para eso, desde 2016, he sido parte
de un equipo que día con día se consolida para aportar a la recreación y conectarla con el mundo que nos rodea. Ser lúdico es la actitud que debes tener ante la transmisión del contenido y eso he aprendido a lo largo de estos años en compañía de Julio. La creación de este manual es
parte de la corona -y la recreación debe ser parte de la corona- del aprendizaje.