Reseña

El estudio desarrollado en los Centros de Inserción Social para menores del ISNA, en el año 2022, se realizo acerca del funcionamiento del Sistema Educativo tanto formal como informal que reciben los jóvenes que se encuentran internos por encontrarse en conflictos con la ley.
La obligación del Estado constituye respetar los derechos de los ciudadanos desde la concepción, ya que constituye un derecho para ellos, desde el punto de vista de la Constitución. La cual manda a que se creen centros de reinserción social adecuados, para promover la readaptación de los menores en conflicto con la Ley, otorgandoles el derecho de ser sujetos de ayuda y de atenciones para una efectiva reincorporación a la sociedad. Para reincorporar debe de tener una formación integral que les permita, alcanzar una vida digna al momento de que el menor cumpla con su medida, por lo que el centro es el
responsable del proceso de reinserción y debe ofrecer atención en el area social, psicológica, jurídica, médica, vocacional, educativa y recreativa. Realmente no existen políticas concretas de reinserción, lo que ha existido en los últimos años son experiencias de grupos religiosos (católicos y evangélicos) y de instituciones no gubernamentales esfuerzos, a veces aislados y puntuales, de apoyo
vocacional técnico a jóvenes en y de riesgo, limitados en recursos económicos y humanos para darle continuidad. Por tanto, siendo la educación un derecho reconocido plenamente y que se encuentra enmarcado desde la perspectiva de la educación para todos, derecho a su vez reconocido en múltiples instrumentos de derechos humanos, los jóvenes privados de libertad no quedan fuera de dicho derecho constitucional. Encontrandose un número de jóvenes internos al margen del sistema escolar, ya sea con desfase escolar o con diferencias notables entre los niveles certificados de estudio y los conocimientos que han adquirido realmente, ya que en su gran mayoría desertaron del
sistema educacional formal que a través de su estructura organizada rígida y autoritaria no han sido capaces de contener a jóvenes que han presentado conductas agresivas, oposicionistas, con inatención o falta de concentración, lo que ha contribuido a un proceso de estigmatización, expulsando a la mayoría lo cual representa una percepción negativa por parte de los jóvenes hacia la escuela.