Reseña

El tercer tomo de Herencia gastronómica de El Salvador muestra en cinco capítulos el consumo de sopas, dulces, atoles, lácteos y carnes, su permanencia y mutación de algunos platillos influenciados por las técnicas de cocción desde la época colonial a la actual y la incidencia de productos europeos especialmente el trigo y las grasas. Damos a conocer recetario inédito de algunos platillos que fueron exclusivos de algunos monasterios y haciendas que los mantuvieron herméticamente resguardados. Hoy al mirar hacia atrás comprendemos que la herencia culinaria no pertenece únicamente al pasado. Esta viva en nuestras mesas, en las pupusas, los tamales, los dulces tradicionales, las bebidas de maíz y en cada plato que conserva la memoria de quienes nos antecedieron. La cocina colonial, con su mestizaje de sabores y técnicas, no es simplemente un capítulo de la historia, es un legado en constante evolución, que sigue alimentando nuestra identidad y nos invita a valorar la riqueza cultural de El Salvador.